¡Tu carrito está actualmente vacío!
PRESENCIA:
Masaje Oncológico
40,00 € - 70,00 €Rango de precios: desde 40,00 € hasta 70,00 €
Terapia adaptada y avalada científicamente, recomendada en oncología integrativa. Acompaña de forma segura cada etapa del proceso, aliviando ansiedad, dolor y fatiga, mejorando la calidad de vida con tacto consciente y fórmulas dermocompatibles.
Descripción
La presencia es más que estar: es acompañar con conciencia, con calma y con respeto. En un proceso tan delicado como el cáncer, la presencia se convierte en un refugio. Cuando el cuerpo está cansado, la piel sensibilizada y la mente saturada, un masaje oncológico no busca forzar ni transformar, sino ofrecer un espacio seguro de alivio, cuidado y escucha. Presencia es tacto consciente, una pausa serena donde lo esencial se reencuentra con la vida.
En el Instituto de Medicina Integrativa (IMI), concebimos el masaje oncológico como parte de la oncología integrativa, con protocolos avalados científicamente y recomendados por oncólogos en centros de referencia. Nos hemos formado bajo los métodos de referencia internacional en masaje oncológico, basados en técnicas como la de Masaje Oncológico OMG de Eleanor Oyston (pionera en el desarrollo del masaje oncológico en Australia), bajo el programa formativo de salud integrativa del Instituto Superior de Medicinas Tradicionales y ciclos formativos en estética y masaje oncológico de la mano de la Fundación Ricardo Fisas en Barcelona – España, que nos permiten aplicar un enfoque seguro, respetuoso y validado por la evidencia clínica. Adaptamos cada sesión a la situación individual de la persona, empleando fórmulas dermocompatibles para pieles irradiadas o fragilizadas y técnicas que priorizan la comodidad y el descanso profundo.
PRESENCIA, nuestro masaje oncológico, no es un masaje común: es una terapia específica, adaptada a cada etapa del proceso oncológico. Mediante maniobras suaves, lentas y personalizadas, se ayuda a aliviar la ansiedad, la fatiga, el dolor y la tensión emocional. También puede favorecer la calidad del sueño y mejorar la percepción del propio cuerpo en un momento en que la confianza puede verse debilitada. Durante la sesión no se aplican presiones fuertes ni se trabajan zonas de riesgo; se utilizan aceites neutros y técnicas de contacto suave, que pueden realizarse en camilla, en silla o incluso en cama hospitalaria, según las necesidades.
Este masaje no busca “curar” el cáncer: busca acompañar el proceso, reducir el sufrimiento y devolver dignidad al cuerpo tocado por la enfermedad. No es solo un masaje, es una medicina para el alma, un espacio íntimo de reconexión donde el dolor, la fatiga o la tristeza encuentran alivio, y donde el cuerpo recibe una caricia sin juicios ni prisa.
En el caso de linfedema, derivamos siempre a un fisioterapeuta especialista en linfología y terapia descongestiva compleja, garantizando un abordaje clínico responsable. Lo que sí abordamos son otros efectos frecuentes de los tratamientos: piel seca, sensibilidad tras radioterapia, cicatrices postquirúrgicas, inflamación o sobrecarga muscular y articular.
Beneficios visibles y sensoriales de nuestro masaje Presencia:
Alivio del dolor muscular y articular.
Disminución de la ansiedad y el estrés.
Mejora de la fatiga y de la calidad del sueño.
Aumento de la calidad de vida y bienestar general.
Reconexión emocional con el cuerpo y la propia historia.
Tacto consciente y seguro, adaptado a pieles sensibilizadas.
Apoyo emocional y sensación de calma en todas las etapas del proceso.
Terapia avalada por la oncología integrativa y aplicada por profesionales formados en centros de referencia.
Preguntas Frecuentes.
¿Es realmente seguro recibir un masaje cuando estás en tratamiento oncológico?
Sí. Durante años se creyó erróneamente que el masaje estaba contraindicado en personas con cáncer, pero hoy la evidencia científica ha demostrado lo contrario. Instituciones como el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (Nueva York) han comprobado que el masaje oncológico mejora síntomas comunes de los tratamientos, como ansiedad, dolor, fatiga, insomnio, náuseas y depresión. También ayuda a reducir sequedad bucal, problemas de memoria y favorece una mayor regulación del sistema nervioso.
En IMI aplicamos el masaje Presencia con protocolos adaptados y avalados por la oncología integrativa, siempre con maniobras suaves, aceites neutros y una escucha atenta del estado físico y emocional del paciente. No es una técnica invasiva ni agresiva: es un espacio seguro, diseñado para aliviar y acompañar, no para forzar.
¿Cómo ayuda el masaje oncológico a aliviar efectos secundarios como ansiedad, fatiga y dolor?
El masaje Presencia actúa sobre el sistema nervioso central y la microcirculación, reduciendo la percepción de dolor y fatiga, y aportando una sensación de calma profunda. Se ha demostrado que favorece el sueño, disminuye la ansiedad y mejora la calidad de vida global.
Más allá de la técnica, el valor diferencial está en el tacto consciente y compasivo: el cuerpo recibe un contacto que no exige, que solo sostiene y acompaña. En cada sesión se alivian síntomas físicos, pero también se genera confianza y serenidad emocional. Como muchos pacientes nos transmiten, es un momento donde el cuerpo vuelve a sentirse digno, amado y cuidado, más allá de la enfermedad.
¿En qué fases del tratamiento oncológico se recomienda recibir el masaje Presencia?
El masaje oncológico puede acompañar en diferentes momentos del proceso:
- Durante quimioterapia o radioterapia, con maniobras suaves que reducen ansiedad, náuseas y fatiga.
- Después de cirugía, siempre respetando los tiempos de recuperación y adaptando la técnica a cicatrices y tejidos sensibles.
- En fases avanzadas o cuidados paliativos, como apoyo al descanso, al alivio del dolor y al bienestar emocional.
Cada sesión se adapta al estado físico y emocional de la persona. El objetivo no es imponer un protocolo rígido, sino crear un espacio flexible y respetuoso, adaptado al momento vital de cada paciente.
¿Puede el masaje Presencia aliviar neuropatías inducidas por quimioterapia?
Sí. La neuropatía periférica inducida por quimioterapia (hormigueo, entumecimiento, pérdida de sensibilidad en manos y pies) es un efecto secundario frecuente. El masaje oncológico ayuda a mejorar la microcirculación, despertar la sensibilidad y reducir la incomodidad, aportando un alivio progresivo y seguro.
En IMI también contamos con el tratamiento Amabilidad, diseñado para nutrir y reparar las zonas más expuestas y sensibles, devolviendo confort y bienestar al tacto.
¿Qué hace diferente al masaje Presencia frente a un masaje relajante convencional?
La diferencia está en el propósito, la adaptación y la sensibilidad clínica. Un masaje relajante convencional busca aliviar tensiones generales. El masaje oncológico Presencia, en cambio:
- Está avalado por la oncología integrativa y validado por estudios internacionales.
- Se aplica con maniobras lentas, suaves y seguras, adaptadas a cada fase del tratamiento.
- Tiene en cuenta la fragilidad de los tejidos irradiados, cicatrices, dispositivos médicos y el estado emocional del paciente.
- Utiliza aceites neutros y fórmulas dermocompatibles para pieles sensibilizadas.
- No busca “curar”, sino acompañar, sostener y aliviar, devolviendo al cuerpo un espacio de paz de acogida amorosa.
Sanar no siempre es hacer; a veces sanar es permitir que alguien te toque con respeto y compasión.
Información adicional
| Duración | 30 minutos, 60 minutos |
|---|
Sé el primero en valorar “PRESENCIA:
Masaje Oncológico” Cancelar la respuesta
Productos relacionados
-
Seleccionar opciones Este producto tiene múltiples variantes. Las opciones se pueden elegir en la página de producto
LIBERACIÓN:
40,00 € - 70,00 €Rango de precios: desde 40,00 € hasta 70,00 €
Masaje Profundo Descontracturante








Valoraciones
No hay valoraciones aún.